martes, 30 de octubre de 2012

La bulimia y el bebé



Lo que de entrada parece el título de un libro de autoayuda, es en realidad la constatación de una costumbre mal adquirida por los especímenes de mi edad.
Los bebés somos animales de costumbres. Ponme a dormir a las 7 cada día y te dormiré a las 7; cámbiame el pañal cinco veces al día y las cinco estarán repletas de lo que estáis buscando: queréis caquita color mostaza, pues la tendréis. Que me sacas la lengua para hacerme reír, yo por no llorar te la saco a ti, a las abuelas y a los indigentes de la calle y todos tan felices. Somos como el perro de Pavlov, que al escuchar la campanita, babeamos y esperamos nuestra comida. Mi nueva costumbre la estoy construyendo a base de repetir la misma acción una y otra vez. Soy el nuevo perro de Pavlov.
Llevo unos días que me ha dado por meterme los dedos en la boca. Hasta la campanilla. Y qué me pasa. Pues que vomito. Y como no aprendo, me los vuelvo a meter en la boca y otra vez: potada de leche en la camiseta recién puesta. “Ay, ésta niña”, me dice mami dulcemente con el cambio de la primera camiseta. A la cuarta, se caga en la madre que me pario y me mira con sonrisa rara. 

                                                        la bulimia no es buena

Esta costumbre fea de los bebés no debe seguirse más allá de la adolescencia, a no ser que seas una vacaburra y te guste el guaperas de clase. Entonces ya sabes qué hacer mi niña. El éxito cuesta lo suyo y como decían en aquella serie de los ochenta: para sufrir hay que sudar o al revés, si sudas ten por seguro que vas a sufrir.
Pero mi recomendación es la siguiente: La bulimia no es la solución. Los bebés deben aprender a no meterse los dedos en la boca y vomitar la comida que altruistamente nos dan nuestras madres. Otra cosa es la adolescencia y los ligues imposibles entre gordas y tíos buenos cachas, ahí todo vale.

Por cierto, PT Lorzas ha iniciado una dieta estricta que parece que le está empezando a funcionar. Creo que ha bajado 200 gramos en la última semana. Mi recomendación es que se meta los dedos en la boca y se haga bulímico, vomite lo que ha comido y se dedique a correr por la calle. Aunque ya intentó correr un día de éstos y a los diez minutos volvió a casa con cara de desmayo y dando una pena, que hasta me dormí escuchando una de sus aburridas nanas susurradas al oído. Pobre Lorzas.

                  PT Lorzas después de los 10 minutos de carrera...yo disimulo que duermo

viernes, 26 de octubre de 2012

Métodos para dormir a un bebé



Existen métodos contrastados que dejan a un bebé planchadito en la cuna. Los padres primerizos han probado conmigo algunos de esos métodos, pero no les acaba de funcionar del todo. Eso de dejarme tumbada boca arriba, con los ojos como platos y un besito de “buenas noches y a dormir”, no funciona conmigo. Yo necesito algo más elaborado.
Las abuelas tuvieron su oportunidad en España. La abuela Elisa le ponía mucho empeño cuando mami le decía su frase mágica: “la niña se tiene que dormir”, pero en cuanto nos dábamos la vuelta ella se me ponía a hablar y yo, claro, me desvelaba. La yaya Presi también tenía buena mano; buen meneíto paseando por el pasillo de casa, pero el “ea ea ea, oi oi oi”, me resultaba un poco repetitivo y no me conseguía dormir.
Luego estaba el resto de la familia: los tíos y tías que me han tocado son muy monos y se nota que me quieren un montón, pero no me duraban ni un asalto de tres minutos en brazos. En cuanto les lloriqueaba un poco, me ofrecían como una barra de pan hacia mami diciéndole: “creo que prefiere que la duerma su mami”. Suspiro de alivio y me soltaban sin remordimientos quitándose ese peso de encima. Blandengues.
Los ha habido originales, como el que utilizó Marga, la amiga de mami. Me cogió un par de veces en brazos, me cantó un pasaje de la ópera de "Rigoletto" y flipando por la elección de la ópera (soy más de “Madame Butterfly”), me sobé como un angelito. 

                                                       así estoy yo sin dormir...

Y luego viene el método PT Lorzas. Qué os creéis que hace. Intenta cantarme nanas. Una especie de susurritos al oído intentando cantar yo qué sé cuál canción de cuna aburrida y un meneo por el pasillo que acaban con mi paciencia. Si los abdominales brillan por su ausencia, sus dotes de cantante de nanas están al nivel de un concursante que elige a Bisbal como coach en “La Voz”. Una auténtica pena.
Por supuesto, la mejor es mami. Ella sabe al segundo de verme bostezar que necesito dormir. Su frase más repetida en éstos cuatro meses ha sido esa: “Esta niña se tiene que dormir”, y así es. Me tenía que dormir. Y ella me canta en sus brazos nanas que me arañan el corazón, me mece con delicadeza y estilo, me besa dulcemente el pelete de mi cabeza…y si nada de eso funciona; me enchufa la teta a la boca y es ahí donde el método no falla. Cerrar los ojos con la teta de mami en la boca es el mejor método para dormir a un bebé. Eficacia probada. 

                                             mami sabe cómo hacerme dormir

miércoles, 24 de octubre de 2012

Cuestión de gusto



Una de las discusiones típicas entre los padres primerizos es cuántas capas de ropa debe llevar su bebé. Los míos no son una excepción y también discuten por eso.
Mami es protectora y siempre quiere que lleve una capa más de ropa que ella. No importa que en la calle haga sol, estemos a 25 grados a la sombra y hasta las lagartijas se escondan del calor. Ella siempre piensa que necesito una capa más de ropa. Así, además del Body interior de manga larga, los vaqueros elásticos de pata de elefante que me hacen un culito respingón monísimo, la camiseta rosa Hello Kitty  (ella que juró que jamás en la vida vestiría a su hija con nada rosa…), calcetines a juego, zapatitos pijísimos hechos a mano y la chaqueta de pelo de oveja con gorrito reversible incorporado que va tan bien cuando el sol viene de cara. Y luego dicen que los bebés no sudan: yo a veces parece que acabo de terminar un Ironman en el desierto del Sahara. Pero no me importa porque siempre voy divina de la muerte con el estilo mami.
Y luego está la opción del entrenador personal con michelines (PT Lorzas, desde ahora). Como él va bien servido de grasa, se cree que poniéndome un Body de manga corta de rayas verdes, con unos calcetines azules y un vestido de lunares rosas ya estoy preparada para salir a la calle. “Un poquito de buen gusto, chaval: que las rayas y los lunares no se pueden mezclar jamás”, le diré en cuanto me dé por hablar.

                                         divina de la muerte con el estilo mami

Claro que yo estos días no estoy colaborando demasiado con los pobres padres primerizos.
Debe ser que alguno de los bebés con los que me junté el domingo pasado, en nuestra salida mensual de bebés y mamis a los que les va el yoga, me habrán pegado alguno de esos virus estomacales que tanto pululan por ahí. O sea que voy un poquito más suelta de lo normal… vamos que me cago entre cinco o seis veces al día, y muchas de esas veces, la ropa la dejo como un auténtico mural de pintura abstracta y putrefacta. Con lo cual, por mucho esfuerzo estilístico que ponga mami, siempre que salimos de casa y recurrimos a la ropa de repuesto que ha preparado PT Lorzas, el resultado final siempre suele ser un desastre. “Mi niña, tu padre sólo te ha puesto de ropa de recambio el Body verde, los calcetines azules y el vestido rosa de lunares…”. Y así me quedo, hecha un autentico payaso de feria. 

                                   ...el body verde con el vestido de lunares NOOO!!!...

lunes, 22 de octubre de 2012

Me llamo Maia y soy australiana



Mis padres son unos auténticos impresentables. Y que conste que lo digo con todo el cariño que ahora mismo les puedo demostrar, pero no creo que sea sano para un bebé de cuatro meses como yo, haber cogido ya la friolera de: 12 aviones, recorrido miles de kilómetros, traspasado 3 continentes (varias veces), fundir en un día 9 husos horarios; haber subido en 8 o 9 coches diferentes para ir a sitios que me importan un pimiento, haber trasnochado hasta las tantas para que ellos se vayan de cena con sus amigotes, o haber dormido en, por lo menos, 12 camas/cunas/colchones diferentes… que se creen que encima les voy a reír las gracias cuando ellos quieran. Qué os parece: unos impresentables es un adjetivo que se queda corto, evidentemente. 
Y ahora llegamos de nuevo a Australia y pretenden que todo sea normal, que me salte el Jet Lag de caballo que tengo y que todo se resuelva con un: “Ale mi niña, bonita, te ponemos a dormir a las siete de la tarde y te despiertas dentro de doce horas para que nosotros podamos superar nuestro Jet Lag lo más rápido posible, vale, mi niña bonita”. Pero ésto qué es. Estamos locos o qué. 
unas horas después de nacer...

En fin, me voy a relajar y voy a empezar por el principio, que es de lo que va a ir éste diario.
Me llamo Maia y soy australiana. Tengo 4 meses y varios días de vida pero ya sé lo que quiero y voy a por ello sin que nadie me pueda parar.

Nací en Elizabeth Vale, South Australia, el  domingo 17 de junio a las 17:58. Pesé 2430 gramos y medí 47 centímetros. Mami no se portó mal ese día y eligió que mi primer contacto con la vida fuese bajo el agua; una opción inteligente, como ella. El calborotas de mi padre lo único que hizo fue llorar a moco tendido cuando nací y cortar el cordón umbilical con tan mala puntería que empezó a salir sangre en aspersión y salpicó a la pobre estudiante de matrona que estaba detrás suyo para controlar que lo hiciese bien. Es lo que me ha tocado. Una mami inteligente, doctora en física, investigadora en biomedicina (ahora está intentando descubrir una cura contra el cáncer, ahí lo dejo), que además es guapa, simpática, extrovertida, ocurrente y tiene unas tetas mágicas que me alimentan con una leche riquísima. Y luego está él. Que ahora va de entrenador personal y ni siquiera tiene unas mínimas abdominales marcadas, o unos bíceps en condiciones; qué me pesa 80 kilos! Un escándalo vamos, y del que, si me apetece, ya hablaré otro día. 
Lo dicho, que a partir de ahora iré contando en éste diario qué tal es eso de vivir en Australia.


                                                    sólo hace un par de horas...